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domingo, 20 de octubre de 2019

Alcaydes y paisanos.

Salobreña 1967

Ramiro Núñez de Guzmán visitó Salobreña en 1577 y dijo:«Salobreña es una villa y fortaleza cercada, y como las haciendas y caballerizas que allí había, la mayor parte se dio a personas particulares, por esta causa no hay quince vecinos. La fortaleza es casa principal. Ahora está toda caída por el suelo de manera que queriendo yo meter dentro tres escuderos de los que allí residen para guardarlo, no hallé en toda ella donde se pusiese un caballo, esto acontece por no estar los Alcaydes en ella..»

Ni los vecinos, imagino, que no todos los problemas son culpa de los "alcaydes".



miércoles, 11 de septiembre de 2019

Don Santiago Ramón y Cajal, y las murallas de Ávila.




Santiago Ramón y Cajal (Wikipedia)
      Acabo de leer un artículo en EL PAÍS, escrito por Manuel Ansede, donde como si de una novela de misterio se tratase nos cuenta el «increíble» hallazgo en el rastro madrileño de algunos libros y enseres que pertenecieron a Don Santiago Ramón y Cajal. No voy a perder el tiempo loando la figura del insigne científico, una de las personalidades más importantes que ha producido este país, ya que contrariamente a lo que sucede en esta tierra de envidias y rencores, hay consenso sobre la valía del personaje. Sin embargo, no puedo callarme ante la monumental vergüenza que supone que una personalidad de tal calado no cuente con un museo y archivo digno de su valía. Esta noticia viene a complementar otras anteriores, donde se hacía referencia al maltrato que había sufrido el epistolario del científico a lo largo de los años, y la venta a una inmobiliaria de su viejo caserón, para construir en su lugar apartamentos de lujo.

     Parece que algunos organismos científicos, quizá forzados por las noticias sobre el abandonado legado de don Santiago, han preparado en Madrid una sala donde se expondrán algunas de sus pertenencias, aunque durante decenios esos mismos organismos, que utilizan su nombre como marca registrada -becas Cajal, centros Cajal...-, no han movido un dedo para evitar la desaparición y «rapiña» de su herencia. Es evidente que con 200 metros de exposición no se honra a nuestro ilustre aragonés, pero voy más allá. Esa, y otras instituciones públicas, no tienen porqué «honrar» a nadie, sino que es su obligación es proteger el patrimonio de los españoles.

     Esta es la clave del asunto. La mayoría de los ciudadanos asumimos que la muralla de Ávila es algo más que un puñado de piedras amontonados unas sobre otras, y qué decir de La Alhambra o el yacimiento de Atapuerca; son patrimonio de los españoles, y como tal deben ser preservados. Pero todavía no hemos asimilado que el legado de don Santiago, al igual que otros intangibles de los que quizá hable algún día, como EL PAISAJE, son tan públicos como esos edificios Bien de Interés Cultural que jalonan nuestros pueblos.

     Hace no muchos años,esos ladrillos que tanto nos gustan a los españoles, tampoco parecían merecedores de cuidado para nuestros antepasados, y ahora nos echamos las manos la cabeza cuando observamos el patio renacentista de Vélez Rubio expuesto en el MET  de Nueva york, o conocemos la historia de la milagrosamente recuperada Dama de Elche.

     Don Santiago no necesita «un justo homenaje», ya que como hombre inteligente que era, tenía claro la futilidad de la vida humana: «Si existe la inmortalidad para el sabio -dejó escrito en un trozo de papel- debe ser un tormento, y llegará un día que le pida a Dios la muerte al ver los abusos, los robos que se cometen con sus descubrimientos». Somos nosotros, los españoles, los que debemos proteger nuestra herencia por el bien de nuestra sociedad. Este tipo de elementos comunes son los que componen el pegamento que cohesiona un país, y no solo el fútbol, o la tortilla de patatas... muy rica, por cierto.     

miércoles, 18 de enero de 2017

Carta a una amiga

     Hay veces en la vida, en las que la emociones estrangulan la garganta y las palabras no acaban de salir; cuando esto sucede, la única solución es respirar profundo... y sentir. Sin embargo, nada de eso me ha servido hoy. Ni siquiera el aire frío de la mañana, me ha aliviado la pena de tener que decir adiós a una querida amiga.

    Todos las despedidas son tristes, pero las peores son las que te arrebatan el derecho a decir lo que llevas dentro, lo que por olvido o disidía nunca comentaste. Por eso, para que mi garganta deje de estar rebosante de palabras, quiero volver a escribir una carta que envié hace tiempo, ya que no me es posible reescribir la vida.


Querida amiga:
El destino me obliga a escribirte de nuevo, muy a mi pesar. Ya te advertí  hace tiempo, que transitamos por caminos peligrosos donde es fácil caerse y hacerse daño. Desgraciadamente, jamás imaginé que tú no llegarías a ver el final del sendero. Solo deseo que la naturaleza, o Dios, o quién tú quieras, te haya permitido observar mientras estabas al borde del desfiladero lo mucho que te queremos.

        No estás sola. Ahora más que nunca permanecerás con nosotros, y serás libre para mirarnos con tus preciosos ojos desde el paseo de las flores, la biblioteca, o tu querida playa, cómo hacías cuando tenías otra edad. Podrás ver que te echamos de menos, y te prometo que no te alejarás de nosotros mientras nos quede memoria suficiente para permanecer junto a ti.

Me  gustaría contarte muchas cosas, querida amiga, pero ahora que lo pienso, entre nosotros ya no hacen falta las palabras sino solo sentimientos. Además, no deseo entretenerte demasiado, ya que debes estar muy ocupada conociendo por fin a todos los poetas libertarios que tanto te gustaban. 

Te envío un beso muy grande ..., allí donde estés.










domingo, 16 de octubre de 2016

Agricultura y diversidad




     Algunos científicos afirman, que cada dos millones de años se produce en nuestro bello planeta una extinción masiva de especies, producida por los más diversos cataclismos. Sin lugar  a dudas, en la actualidad el género humano es la mayor de esas fuerzas de la destructoras, y su presión sobre el medio ambiente está abocando a miles de seres vivos a la desaparición. Este proceso, es una tragedia para el planeta, pero hay otras grandes extinciones generadas por el hombre, menos conocidas, pero igualmente preocupantes; éste es el caso, de la desaparición masiva de los materiales vegetales utilizados en la agricultura.
     Desde el Neolítico, el hombre ha recolectado y domesticado todo tipo de plantas y animales, para que le sirviesen de sustento. Éste proceso se ha fraguado a lo largo y ancho de todo el planeta, donde el maíz que los zapotecas cultivaban en uno de los valles de Oaxaca, era distinto al que se plantaba en el valle vecino. Esta biodiversidad, ha sido una fuente inapreciable para la mejora genética, y un patrimonio humano que permitía superar adversidades, como nuevas enfermedades o parásitos desconocidos.
     Desgraciadamente, la imposición de los materiales híbridos, y sobre todo la presión sobre el mundo agrario para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, están produciendo que en cultivos donde antaño había una importante variabilidad genética, hoy en día encontremos un desierto monocolor. Regiones como el cinturón del maíz americano, están monopolizadas por un puñado de variedades, y lo mismo sucede con frutales como la manzana, donde es alarmante la degradación de la variedad plantada en nuestros campos, Para tratar de remediar esto, existen numerosos programas de conservación del germoplasma de los materiales vegetales más antiguos, y expediciones científicas a zonas rurales del tercer mundo, con la esperanza de encontrar la "semilla perdida".
     Sin embargo, puede que esta loable labor de los centros de investigación se quede en un puro trabajo académico, si las empresas encargadas de trasladar el material vegetal a los agricultores, se ven sometidas a su propia hecatombe de extinción.
     Desde finales del siglo XX, los movimientos de fusión dentro de los grandes grupos obtentores de semillas, no han parado de producirse, Donde antes teníamos una variabilidad comercial que fomentaba la competencia, y mantenía distintas líneas de investigación, hoy en día encontramos solo grandes monstruos del sector agrario, que acaparan porcentajes dominantes de las ventas de todos los alimentos fundamentales para la humanidad. El último caso que acabamos de conocer en estos días, es la compra de Monsanto por parte de la multinacional alemana Bayer. Si las autoridades de la competencia no lo remedian, el resultado de esta fusión podría encontrarse en franca posición de dominio, en un sector tan estratégico para nuestra economía como el agrario.
     Ante esta situación, necesitamos con urgencia, que nuestros políticos y la sociedad en general, no olvide que los monopolios, y sobre todo los que atañen al sustento de las personas, son un enemigo feroz del desarrollo de los pueblos, y de su independencia económica y cultural. El primer paso para evitarlos, es divulgar la importancia del problema, A partir de ahí, debemos luchar para que este proceso se detenga, y que la sociedad no tenga que depender solo de unos pocos, para alimentar a sus hijos.

miércoles, 21 de enero de 2015

Salobreña, Nueva York y la marquesa que nunca existió



       No puedo resistirme a comenzar esta entrada con un acertijo: ¿que tienen que ver el director de cine Steven Soderbergh, famoso por películas como Traffic y Ocean's Eleven, el pueblo granadino de Salobreña, y una marquesa del siglo XIX de viaje en Nueva York?

 Si me lo permitís, voy a dilatar la respuesta unas lineas para comentar que todas las artes tienen un momento álgido, y aunque algunos puedan llevarme la contraria, la producción de series de ficción pasa en estos años, por una época estelar. La variedad de estilos, la calidad técnica y la complejidad de algunas historias, hacen que muchas series de televisión, no tengan nada que envidiar a algunas películas de culto.

       Pues bien, estaba yo ayer tan plácidamente viendo un capítulo de The Knick, una de las series estrella de la temporada, basada en el devenir diario de un hospital neoyorquino hacia el año 1900, cuando me encuentro con la siguiente escena:




      No tengo ni idea que ha pasado por la cabeza de Jack Amiel y Michael Begler, guionistas de la famosa serie para insertar este dialogo al principio del capítulo, pero tuve que escucharlo varias veces en versión original, para asegurarme que no era cosa del doblaje. 

       Seguro que os ha sorprendido como a mi. Algunas ciudades tienen costosas oficinas de promoción en el cine, mientras en nuestro pueblo no nos enteramos por qué se nos menciona en una serie de éxito. Como decía un viejo vecino: "semos como semos"

       No soy de las personas de dejan las cosas estar, así que os prometo investigar sobre esa misteriosa marquesa de ficción, y la razón del dialogo.

       Si me entero de algo más prometo relatarlo en este blog, palabrita de niño bueno.



miércoles, 24 de diciembre de 2014

Neptuno en Navidad


Fuente de Neptuno (Madrid)

     Cuentan las crónicas, que en el Madrid de finales de 1936, se comenzaban a sentir con fuerza el hambre y las penurias de la guerra. El racionamiento y la falta de algunos alimentos esenciales había aplacado ya la efervescencia del principio de la contienda, y se atisbaba el horizonte oscuro de un conflicto largo.

       El general Miaja y los políticos de la república intentaban a toda costa mantener la moral del pueblo madrileño, a pesar del racionamiento y las noticias del frente, pero cada vez resultaba más difícil maquillar la realidad.

       Así estaban las cosas, cuando una mañana de diciembre en la plaza Cánovas del Castillo, la fuente de Neptuno apareció coronada por un cartel con un sugerente texto:

          "Miaja, o me das de comer o me quitas el tenedor"

       El revuelo fue mayúsculo, y aunque el gobierno abrió una investigación para castigar al culpable de atentar contra la moral de la república, nunca se encontró al autor. El hecho se olvidó, y pasó a engrosar el anecdotario de la famosa fuente madrileña.

       Esta pequeña historia, amén de poner una vez mas de manifiesto el humor cínico y socarrón, con el que que los españoles afrontamos a veces los momentos complicados, no deja de tener su aquel, si meditamos sobre ella en Navidad. 

       Las opiniones sobre esta festividad son bipolares, a veces maniqueas, con filias y fobias cada vez más acusadas. Sin embargo, parece claro que la presión por que consumamos, compremos, y no dejemos ni un minuto de llevarnos algo a la boca, es tan intensa que incluso es un deber patrio romper el cerdito, y gastar los ahorros para que el país se recupere.

       Pero, ¿que pasa con los que no tienen cerdito al que sacrificar? Hablo tanto de España, como fuera de ella. Estamos bañados todos en el mismo aire, o más bien por las mismas hondas hercianas que llevan la televisión hasta último rincón del globo. Cuando viajo por Marruecos siempre me llama la atención las miles de parabólicas que salpican los tejados. Puede que algunas casas carezcan de agua potable, pero es difícil encontrar una sin televisión.




       Parece por lo tanto complicado escapar a las imágenes reiterativas y hasta cansinas, de lucecitas, arbolitos, y escaparates deslumbrantes, que ponen los dientes largos a todo el que no pueda participar de "esa" Navidad.

       No quiero decir, que emulemos al gobernador de Santander, que en el mismo diciembre del 36 en el que se coronaba el Dios romano en Madrid, prohibió celebrar la Navidad, por no ser celebración republicana, ni dar facilidades al enemigo. Simplemente que en la moderación está el tino, y casi nunca los excesos trajeron nada bueno.

       Parafraseando a aquel anónimo hambriento de la guerra civil, me permito sugerir:

      "...o celebramos de verdad la navidad, o dejamos de tocar las narices con las luces..."


Feliz Navidad...

domingo, 26 de octubre de 2014

Volver


Redacción del Chivato 1982. Colegio Mayor Zaragoza


     Dice el famoso tango: "...es un soplo la vida y veinte años son nada". Esto claro está, debe ser cierto en Argentina. Todos sabemos, como son por aquellos lares, como consecuencia de estar todo el rato boca abajo en el globo terráqueo. Sin embargo, cuatro lustros en la vida de una persona, es tiempo suficiente para tornar el animo, variar pensamientos, y en definitiva... mudar la color.

       Este verano no se han cumplido 20, sino 32 años desde que un grupo de chavales y amigos abandonase el colegio de su niñez. La mirada, aunque errante en las sombras, nos deja todavía ver aquella redacción de periódico escolar, donde coincidimos, hablamos de sentimientos, y escribimos sobre el mundo en el que nos gustaría vivir.

       En julio, las luces han marcado nuestro retorno. Hemos vuelto. Algunos regresamos con la frente más marchita que otros, y todos retornamos despreocupados por el plateado de las sienes; muchos no tienen nada con que cubrir la testa, y otros confiamos en la tecnología para retrasar lo inevitable. La alopecia y industria cosmética han cambiado el tango de la vida para siempre.

       Nos volvimos a reunir con alegría, sintiendo el soplo del presente, y llenos de gratos recuerdos. No todos hemos abandonado el colegio para siempre, algunos dirigen hoy los mismos pasillos por los que anduvieron hace años, por lo que abusando de su buena fe, nos portamos como gamberros con la certeza de que el director no avisaría a nuestros padres.

      Fue inevitable visitar los lugares conocidos, detener la mirada sobre las viejas paredes, y sobre todo, reírnos juntos. Reír con el alma aferrada al dulce recuerdo. Un teléfono aquí, unas escaleras allá, y el bucle vital se cierra una vez más.




       El viajero tarde o temprano detiene su andar sobre la misma huella que pisó años atrás. Es verdad que el paisaje ha cambiado, los árboles son mayores, ofrecen más sombra, y les han brotado nuevos retoños, pero me alegra ver que todos ellos mantienen la misma frescura del pasado.

       ¡Gracias Gardel! por el tango. Sin embargo, nos queda más cerca "la movida", y hemos decidido enfrentarnos a la vida, sin miedo a lo que nos espera de hoy en adelante.

       Sabina cantaba algo así como: "...juraron comerse la vida, y fue la vida y se los merendó". Me ha alegrado saber, que aunque el destino nos ha pegado algún que otro bocado, seguimos teniendo tanta hambre como en aquella redacción de "El Chivato", de principios de los 80. Carpe diem...       


     




sábado, 18 de enero de 2014

Twiter y la filosofía de azucarillo.

     


       
       Hace unos meses acudí a una conferencia en Málaga. El tema, da lo mismo. El método del discurso, un ilusionismo verbal donde lo obvio se aderezaba hasta hacerlo novedoso. El orador, bastante famoso, e imagino que caro, agradó tanto a la concurrencia, que a la salida del auditorio todo eran parabienes y recordatorios de los momentos más brillantes del evento.

       En mi caso, el camino de regreso en coche, me permitió digerir lo escuchado e intentar encontrar la sustancia de la charla. Cuando ya en casa, apagué el contacto del automóvil, la conclusión era definitiva: un fiasco.
       No encontré ni una sola idea nueva que mereciese la pena. Nada que no se nos ocurriese en una charla animada con amigos, o tomando el café matutino: pura filosofía de azucarillo.

     -  "Sigue el camino adecuado y serás feliz". Mi amigo Carlos diría: "Dabuten, pero tienes alguna pistilla sobre el sendero"
     -  "Trata de ser tú mismo, los demás ya están ocupados". Y que crees que hago todos los días cuando voy a la fábrica, ¿parecerme al churrero?

      Qué maravilloso es el don de la buena oratoria. Hábilmente utilizada, lo evidente reverdece en novedoso y lo monótono en variado. Este tipo de cosas no tendría la más mínima importancia, si no fuera porque los momentos que vivimos, hacen que nuestra comunicación sea cada vez más concisa y parca. Somos adictos a la idea-pildora.
       La humanidad esperaba grandes avances de éste, nuestro siglo XXI, y que hemos obtenido: Fa-Ce- Book y decirlo todo con los 140 caracteres del twiter.
       Me comenta mi hija, para mi sorpresa, que existen profesionales de la frase brillante y el plagio descarado, que causan furor en las redes sociales. Miles de seguidores esperan el zumbido del móvil que les avise de la siguiente parida del gurú.


       Leer un libro de citas es divertido cinco minutos, luego es un tedio insoportable. Leer un ensayo inteligente, es atractivo el resto de tu vida.
      Científicos franceses han demostrado que el azúcar tiene una capacidad adictiva para muchas personas, semejante a los opiáceos. De igual modo, la filosofía de azucarillo puede ser letal, solo reporta beneficios a los Paulo Coelhos de turno.

       Para los que parafraseando a Arquímedes comentan: "dame una palabra y moveré el mundo", no puedo por menos que responderles: dame una acción y te creeré.





lunes, 25 de marzo de 2013

Gracias.






       Pocas veces la realidad se acaba pareciendo a lo que nosotros soñamos. Tampoco es corriente que lo más grato de un acontecimiento comience justamente cuando éste termina.

       El sábado día 16 tuve el honor de pregonar la Semana Santa de mi pueblo, Salobreña. El acto en sí, dejando a un lado la torpeza del pregonero, fue tan entrañable como yo suponía, pero lo que no me podía imaginar eran las muestras de cariño que me han dispensado en estos días, tanto conocidos, como personas ajenas a mí.
       Especialmente gratos han sido algunos gestos de compañeros de colegio o juventud, con los que hacía tiempo no mantenía una conversación, más allá de los saludos de rigor.

       Por todo ello GRACIAS...

(Cuelgo este pequeño vídeo con la máxima resolución que he podido, y que incluye imágenes que me acompañaron en el Pregón. Espero que sirva para que alguien se anime a acercarse a la bonita celebración de la Semana Santa en Salobreña)  




                          
                            




jueves, 10 de enero de 2013

Némesis

     Hace unos años me introduje en el mundo literario de Phillip Roth, con una fallida experiencia, El lamento de Portnoy. Me pareció un libro desagradable, con un personaje atormentado por por su estricta educación judía, y sobre todo, falto de interés. Algunos críticos ven el libro como una caricatura social, casi cercana a la comedia. En mi opinión, el tal Portnoy se parece a Woody Allen, como una aceituna a un cencerro.

     Tras este intento vano, tanto para mí como para el autor, que reniega de esta obra primeriza, me recomendaron Némesis.


Portada internacional de Némesis.

     En una pequeña localidad de New Yersey durante la segunda guerra mundial, aparece un terrible brote de Polio que amenaza las vidas de los niños del barrio judío del protagonista.

     El idílico verano de vacaciones, deportes y baños en la piscina, se ve truncado por esta enfermedad, dando lugar al miedo, la cobardía y hasta el racismo.
 
     Phillip Roth desoja la margarita de los buenos sentimientos, y aflora el núcleo amargo y peligroso que lleva dentro el género humano, cuando ve peligrar la vida de los suyos. Esos veranos, tan dolorosamente sufridos también en España, tuvieron que poner a prueba los sentimientos de muchas familias, las de los contagiados y las de sus vecinos.

     Afortunadamente esta terrible enfermedad, ha sido eficazmente controlada en la mayoría de países. Sin embargo existe un lugar, Pakistán, donde la polio es endémica. La razón es sencilla, los talibanes tirotean a los sanitarios que intentan vacunar a la población debido que estas campañas son entendidas como un complot internacional.

     Phillip Roth se retira de la escritura. Cansado y enfermo, nuestro flamante premio príncipe de Asturias deja de escribir a sus 74 años. Esta ha sido su última novela. Afortunadamente para él y para nuestros niños, vivimos en países que no están sometidos a la tiranía del fanatismo religioso, y el único peligro de jugar en verano en la playa...son las medusas.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Buena música navideña


Una versión del mesías con fuerza pero sin estrépito. Para pasar un buen momento.

Felicidades a Sir Colin Davis.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Un cangrejo en Navidad...



          He vuelto. De nuevo estoy delante del ordenador, con la chimenea encendida y ambiente de "El Almendro por navidad". Tras un largo periodo fuera del hogar, retorno a casa, y me veo otra vez en zapatillas frente a los muebles de mi madre que tanto quiero.

     Quizá debido a este "exilio" transitorio, a las fechas en las que estamos, o simplemente por que me apetece, hoy quiero escribir una historia de Navidad.

     Navidad es una bonita isla en el océano Índico, dependiente de Australia pero a solo 360 kilómetros de Yakarta, la capital de Indonesia. Debe ser agradable el sitio, ya que las guías turísticas están llenas de loas al lugar: 
"Playas salvajes, paisajes naturales, arrecifes, buceo, senderismo, naturaleza en estado puro y por supuesto, golf mucho golf..."

Playa en Navidad

        Está claro que esta roca en mitad el Índico, es un lugar apetecible para descansar, e incluso comenzar una nueva vida. Esto al menos deben pensar los miles de "inmigrantes ilegales", que a bordo de precarias embarcaciones, zarpan de las costas Indonesias intentando alcanzar el dorado del primer mundo Australiano.


Barco con inmigrantes frente a Navidad

       Pero la cosa no es fácil. La dificultad de la navegación en estas aguas, los piratas, los traficantes de personas, y dos países que no quieren saber nada de esta diáspora del siglo XXI, les lleva en numerosas ocasiones a la tragedia. A mediados de año, al menos 75 personas murieron en un naufragio mientras las armadas de Australia e Indonesia se pasaban la pelota del rescate.
     Dos países llamados civilizados, no se ponen de acuerdo para ayudar a unos seres humanos que zozobran en pleno océano, ahí queda la cosa.

       Pero continuemos con nuestra historia navideña. Debido a sus buenas condiciones de conservación, la isla de Navidad es un gran parque natural. Son numerosos los endemismos que se conservan en su reducida superficie, y varias especies tienen especial interés, entre ellas un tipo de cangrejo rojo.

Migración de los cangrejos rojos

     El bichejo en cuestión, vive en el interior de la isla, pero sobre el mes de noviembre, migra a la costa para desovar y completar su ciclo vital. Más de 100 millones de individuos, en lo que se convierte cada año en un gran espectáculo, "emigran" hasta el borde del agua, sin detenerse por nada.
       Pero la civilización ha llegado al paraíso, y varias carreteras se interponen entre los animalitos y la playa. El tráfico rodado causa estragos y las autoridades, muy preocupadas, han invertido dinero, tiempo y recursos en facilitar el paso a los cangrejos.



Puente para cangrejos rojos.
     La geografía de la isla se ha llenado de pasos elevados, carteles de advertencia y "túneles" bajo las carreteras, para salvar la vida de estos crustáceos.

       El hombre y el cangrejo, dos historias paralelas, compartiendo la misma isla, pero con un tratamiento muy distinto: facilidades, frente a impedimentos y abandono.

     No quiero parecer demagogo, pero creo que estamos completamente "desenfocados", y no prestamos atención a lo realmente importante. El estar fuera de casa, me ha hecho reflexionar sobre lo terrible que debe ser estar lejos de tu país y no disponer de ninguna ayuda para sobrevivir.

     La vida humana debe estar por encima de todo. Hace dos mil años alguien ayudó a un niño a nacer en un pesebre, y ese gesto cambió la vida de millones de personas. Hoy en día, son muchos los que siguen esperando un gesto amable... en Navidad. 


            Os deseo Feliz Navidad de todo corazón...
 

sábado, 23 de junio de 2012

Los Sicofantas


       No. Hoy no quiero hablar de todos aquellos a los que se les va la cabeza por abusar de los refrescos con "aliño" en el botellón. Ese tema, y la curiosa permisividad de este país, para que los menores se pongan morados de alcohol en la calle, lo dejaré para otro día. Hoy quiero escribir sobre los sicofantas, los del pasado y sobre todo los actuales.
       En la antigua Grecia existía un grupo de personas, difamadores profesionales, a los cuales se les pagaba con el único fin de mancillar, injuriar e incluso llevar a los tribunales a personas inocentes, para acabar con su buena fama o carrera política: Los Sicofantas.


Sicofanta en plena faena

       Pues bien, hoy en día existen grupos de presión, personas individuales o "lobbies", que utilizando la herramienta de las nuevas tecnologías, y los medios de comunicación, se dedican a emponzoñar sin mesura.

       ¿Son los inmigrantes responsables del paro actual?, ¿Las importaciones de terceros países son la causa de la ruina a los agricultores?; ¿los alimentos que producimos hoy en día, ocasionan enfermedades, alergias y acortan la vida?. No lo se.

       Lo que sí se, es que ayer recibí una carta de una amable consumidora alemana, que se quejaba de las barbaridades que hacemos los agricultores en el sur de Europa, para producir alimentos. Exponía en su epístola, que deberíamos apreciar más el maravilloso sol del que disfrutamos, y afanarnos en reparar el entorno que estamos destrozando.



Producir alimentos de forma responsable, es una obligación.

      Por supuesto que he contestado a esta señora, agradeciendo de corazón que ocupe su tiempo en explicarme su punto de vista, el mismo que tienen millones de consumidores, pero sobre todo porque al mismo tiempo, SOLICITA EL MÍO. Sentar cátedra es lo más sencillo del mundo, sobre todo cuando nos falta información y nadie se defiende al otro lado.
       La solución para todo no es como piensan algunos, crear un "lobby", (regulados en Europa desde el año 2008), para que los demás piensen como tú a toda costa, sino informar e informarse.

       La agricultura en el sur de Europa está haciendo un esfuerzo enorme para adaptarse y cumplir con sus objetivos principales: producir alimentos saludables, y garantizar la renta de los agricultores. Un milagro difícil de conseguir hoy en día.

       Me apetece compartir un vídeo, por cierto, producido por una empresa química alemana, que alienta el orgullo de ser buen agricultor, y producir alimentos de forma responsable.




       Mi admirado Billy Wilder decía que un director de cine debe ser un policía, una esposa, un psicoanalista, un sicofanta y un bastardo. Los agricultores no pueden dedicarse a tanto, bastante tienen con alimentar al mundo, y no morir en el intento...



miércoles, 13 de junio de 2012

Silencio, cámara y...música (Parte 1)


       Al socaire del éxito de "The Artist", escuché hace poco en una de esas tertulias donde se opina de todo, que el auténtico cine murió con el sonoro.
       No, no es una idea aislada, ni carente de sentido. El poder de la imagen muda, la luz y el movimiento, seduce y es la base de este arte tan nuevo y tan joven, que pronto cumplirá 116 años.
       Yo, que siempre he tenido espíritu de contradicción, creo que el cine de verdad, nació con "El cantor de Jazz".

"El cantor de Jazz". Primera película sonora de la historia.

       La infusión de diálogo y banda sonora, dentro de un mundo de imágenes, es la receta perfecta; todo en su justa medida.
       Por eso quiero comenzar una serie de entradas, otra más, sobre músicos. Los grandes músicos que trabajaron para el séptimo arte, haciendo que las películas llegaran al corazón y al alma.

       Bernard Herrmmann, Miklós Rózsa, John Wiliams, James Bernard, han sido algunos de los que provenientes de la música "clásica" o del Jazz, han bañado los fotogramas de sentimientos a lo largo de la historia.
       Tengo mis favoritos, algunos más, y otros menos conocidos, pero como por algún sitio hay que empezar, sin desmerecer a los demás, creo que John Williams es un grande entre los grandes.

       Creó terror con sólo dos notas en "Tiburón", en uno de los mejores principios de la historia del cine. Nos trasladó al hiper-espacio en la saga de Las Galaxias, y ayudó a rescatar tesoros al duro de Indiana Jones. Hasta creo que E.T. le envía todavía postales desde "su casa".

       Por eso en honor del señor Williams, cuelgo en este blog este vídeo que he encontrado en youtube, y declaro inauguradas las entradas: Silencio, cámara...y música.







miércoles, 30 de mayo de 2012

Cuento o mentira



       Hace ocho años en un reino no tan lejano, unos jefecillos, hartos de que el populacho se quejase de los enormes atascos provocados por los carruajes sin caballos, decidieron ponerse manos a la obra. La solución para esa carreterita sin importancia, la N340, era sencilla y sobre todo barata: desdoblar un pequeño tramo de calzada.


       La opción de completar el último trozo sin autovía en todo el Mediterráneo, era complacer demasiado a la plebe. Los operarios del lugar, colocaron unas líneas amarillas, declararon el tramo en "obras", y comenzó todo...


       El tiempo pasó, y pasó...y pasó. Los diligentes operarios de mantenimiento no reparaban el tramo porque estaba "en obras", y no empezaban la empresa prevista, porque no había dinero. Paradojas de la vida.


       Hoy he visto a uno de estos magníficos operarios, esparcir en el arcén de la parte "fetén" de la N340, una carretilla de asfalto; seguramente porque no sabía que hacer con ella tras un pequeño arreglo. A SÓLO 10 METROS del vertido, en la parte "en construcción" de la carretera, un SOCAVÓN digno del estudio de un espeleólogo, pedía a gritos una mínima palada de grava bituminosa sin encontrar respuesta alguna. ¿Hay alguna forma de entender esto?


    Olvidémonos de las miles de lunas rotas, o el destrozo causado en los automóviles que a diario recorren estos kilómetros, pero señores como diría Gila: "¡QUE ALGUIEN SE VA A MATAR!".


 ¿Es necesaria la muerte de un motorista despistado, o un accidente colosal entre coches que intentan esquivar los descosidos del asfalto, para que se haga algo?.


        Ese reino no tan lejano se está cayendo a pedazos, la pena es que me duele, y que se llama España.




       El tramo recogido en este vídeo es la parte "decente" del tramo, el pasajero del autobús tardó tiempo en grabar, probablemente agarrado a algo tras el susto de los primeros agujeros"




       (Pido perdón a todos porque mi indignación ha hecho romper una regla de oro: no aburrir a mis amigos con las rabietas que de vez en cuando me atacan. Esta regla, como todo últimamente en mi país, parece ser que también es mentira.)





martes, 8 de mayo de 2012

Cronicas Galas 3

       La semana pasada tuve la suerte de volver a París. La ciudad estaba revuelta, confusa; como lo está Francia, como lo está Europa.

       El ahora presidente Hollande, arengaba a sus fieles en la plaza de la Bastilla a derribar de nuevo, no se bien que muros. Esa misma plaza libertaria, la noche anterior acogía a familias de indigentes apostados en plena acera, pertrechados con los mejores colchones del vertedero. Seguro que no se librarán de los cascotes del derribo.

       Mientras tanto, el depuesto Sarkozy, llenaba los Campos Elíseos de banderas tricolores que apelaban a la grandeza gala, y hacían más fácil su coqueteo con la ultraderecha. Vive la France!!!
Demasiado, para mi débil corazón.

       Por eso, sin más, aprovechando un descanso en mis obligaciones, atravesé la pirámide del señor Ming Pei, y me sumergí de lleno en el museo de El Louvre.

       Diez euritos del ala, más cinco por la audioguía, y ya estoy en faena. Pero no. Demasiado fácil.
       Una amable señorita me entrega una Nintendo no sé qué, más propia para jugar al super Mario que para encontrar Las bodas de caná de Veronés. Tres dimensiones nada menos, menos funcionar bien, lo demás...una maravilla de la técnica.
       Bueno, volvamos al planito, y las ideas claras; y para claro el color nacarado de las mejillas de Jane Grey en el cuadro de Delaroche. Pintor de tercera según algunos, que llegó tarde a cualquier moda, hasta la de su tiempo, según otros. 


La ejecución de Jane Grey. Paul Delaroche (1883). National Gallery.

       Sin embargo, muchos de sus retratos van más allá del romanticismo y las escena historicistas, que tanto se alejan del gusto actual. El cuadro ser creyó perdido en unas inundaciones ocurridas en Londres en 1929, pero tras una magnífica restauración ha vuelto en todo su esplendor. 
       El Louvre colocó a este invitado, (pertenece a la National Gallery), en una sala en penumbra rodeado y admirado, por otros de los retratos del autor. Bien por ellos.


       Tras un paseo por la impresionante colección italiana, me topo con otra joya: 


El astrónomo. Johannes Vermeer (1668). Museo de El Louvre.

       No se si el maestro Vermeer utilizaba cámara oscura para dibujar sus cuadros, pero la sutileza y perfección de la pincelada es maravillosa. Lo único bueno que tienen estos grandes museos, es que con suerte, puedes llegar a encontrarte sólo en una pequeña sala, admirando el Astrónomo.


       Existen numerosos proyectos para fotografiar meticulosamente las mejores obras de los museos del mundo. Puedes colarte por una grieta en el ropaje de una Menina, o medir el grueso de la pincelada del Guernica; pero observar el arte en vivo, palpar la pátina del lienzo, es la única forma de ver, de descubrir la magia de la obra...por muchos 3D, estereofónicos, wifi-pelacables que nos inventemos.



viernes, 16 de marzo de 2012

Bonita película, ¿quién la dirige?...





Corría el año de 1973 en Mónaco. Un joven realizador norteamericano buscaba entre el bullicio de una fiesta, al director español Antonio Mercero. Quería felicitarle por el importante premio que le acababan de entregar unas horas antes, en una magnífica, y sobre todo cara, ceremonia en el festival de televisión de Montecarlo. 

Tras el saludo inicial, percibió el bueno de Mercero algo deprimido al joven cineasta. Por lo visto le había sabido a poco la exigua recompensa obtenida en el festival: una mención del jurado. Parece ser, que ante el desánimo del muchacho, Mercero le espetó sobre la marcha un “Don’t worry you’ve a great future”, que en castizo debe ser algo así como “la próxima vez será compañero”.

Mercero había ganado el premio de la crítica, por una obra incomprendida en España, pero que causó furor en el extranjero: “La cabina”.
 No era el primer reconocimiento que recibía este “telefilm”, como se decía entonces; sólo un año antes la academia americana de televisión le había concedido, compitiendo con lo más granado de las producciones norteamericanas, un “Emmy”. El primer y hasta el momento único Emmy, que ha recibido una obra española de televisión.

José Luis Garci y Antonio Mercero concibieron el guión, y mientras paseaban por Nueva York, se decidieron por el actor principal, y casi único, de la película. Hoy no podemos pensar en La Cabina sin ver la cara de pánico, real por cierto, de José Luis López Vázquez encerrado en el artilugio telefónico, colgado de una grúa a 50 metros del suelo.
       Aquel joven americano lleno de desánimo, se llamaba Steven Spielberg, y el año que viene estrenará en la televisión americana una serie basada en la obra "Pulseras Rojas" de Albert Espinosa, que el propio Mercero llevó al cine en su película "4ª Planta". Los genios, sean de donde sean, saben reconocer lo bueno.


"El diablo sobre ruedas" compitió con "La cabina" en el Festival de Montecarlo

Hoy en día Antonio Mercero está enfermo de Alzheimer, pero sigue gustando de ver lo que fue la pasión de su vida, cine y televisión. Cuentan que a veces se entusiasma al ver sus propias películas y pregunta: 
- Bonita película, ¿quién la dirige?.
 a lo que su familia responde...

- Tú papá, Tú.



viernes, 2 de marzo de 2012

Faltan Huevos.




       Sí señores, no es que las honradas gallinas se hayan puesto en huelga, que deberían, ni que la crisis haya intensificado el consumo de la tortilla patria; la culpa, como casi siempre, es de la Unión Europea.


       La entrada en vigor el 1 de enero de la nueva normativa europea de bienestar animal, ha dejado al sector ganadero fuera de juego. A pesar de que los países han tenido 10 años para adaptarse a la nueva normativa aprobada en el año 2000, en diciembre aún había en Europa 51 millones de gallinas que no disponían de las nuevas "jaulas enriquecidas", con más espacio, cortadores de uñas, nidos y otras comodidades. El gobierno europeo amenaza con sanciones a los países que no cumplan la ley.

      Numerosas granjas van a cerrar por no disponer de los  recursos para afrontar las nuevas inversiones, y hasta alguna fábrica de derivados, ha parado ante la falta de materia prima.



      Como es natural, hay opiniones para todos los gustos. Qué si no es el momento, que si subirán los precios, que pobres gallinas...


       La eterna lucha entre producir alimentos y el bienestar animal. No sé, a mí todo esto me da unas ganas enormes de comerme un buen huevo campero de gallinas criadas en extensivo. 


Pero ya se sabe, para gustos hay tortillas.



domingo, 26 de febrero de 2012

Gestión de incompetentes


       La semana pasada acudí a una conferencia, de esas que la fundación del Instituto San Telmo, prepara para que a los ex alumnos no se nos atrofie definitivamente el cerebro.

      Tras el sugerente "DE" que encierra el título "gestión DE incompetentes", se esconde la trampa, el acertijo de adivinar quién realmente ejerce la incompetencia en la mayoría de las ocasiones: ¿el trabajador anodino, que no cumple los objetivos que de él se esperan?, o ¿el directivo que no utiliza y gestiona adecuadamente las capacidades de su equipo?.


       Sea como fuere, no sé que palabra aplicar al autor del embargo al colegio Santa Illa de Madrid la pasada semana. Desmontar las pizarras, levantar a los niños de los pupitres y quitarles a los profesores la tiza mientras explicaban la regla de Rufini, por muy mal que le cayera el tal Rufini, eso no se hace.


       Sólo recordar a ese gran gestor, una regla de oro que pregonaba el difunto "yessi", asiduo a los bares de mi pueblo, cuando le apremiaban: "Compañero, hay más días que botellines de  cerveza". Ante tanta sabiduría y elocuencia, no tengo más que añadir que no se deberían embargar colegios jamás, pero que en todo caso, para eso están las vacaciones INCOMPETENTE. 





sábado, 18 de febrero de 2012

Perona, mon amour



     
       En los años 80 el INRA (institut scientifique de recherche agronomique de Francia), obtuvo una variedad nueva de judía verde. Este nuevo cultivar tenía menor tamaño, una vaina más fina, y sobre todo un gran sabor con suave textura, que mantenía tras la cocción.
       Curiosamente, este producto se convirtió en la referencia de calidad de la judía, no en las casas de nuestros vecinos franceses, sino en las zonas hispanas que más la aprecian, donde se la trata como auténtica exquisitez.
       Hace años no era raro, encontrarla a 6 u 8 euros el kilo en los mercados catalanes durante los meses de invierno. Aún hoy tiene incondicionales, sobre todo, en el mundo de la restauración. Sin embargo, los momentos difíciles que vivimos pueden acabar para siempre con este producto selecto.






       Hace unos días encontré por casualidad, un estudio universitario para hacer conservas de judía perona. Entre fotos meticulosas de microscopio electrónico, llenas de parénquimas y paredes celulares, encontré todo un cóctel de aditivos, acidulantes, blanqueantes y otros "antes" que conseguían el prodigio de reverdecer el amarillo y abrillantar lo opaco.
       Encapsular de esa manera una exquisitez, es como poner a un pura sangre a tirar de un carro: tirar tira... pero como tira. Existen cientos de opciones con mejor resultado y más económicas.
       Cada universidad puede tirar el dinero como quiera, pero recomiendo al director del estudio, acercarse a un buen supermercado, o a la Boquería si le pilla cerca, y con un poco de agua y un toque de sal, puede darse de narices con una magnífica experiencia culinaria, franca de sabor.


Cuidado amigos, que algunos botes los carga el diablo... 









lunes, 23 de enero de 2012

K22-b y los yogures


Kepler 22b. Recreación NASA

       El K22-b es el segundo planeta del sistema solar 22, descubierto durante las operaciones científicas del satélite Kepler.   Este satélite, comenzó su singladura en 2009, con la bonita misión de encontrar planetas similares a la Tierra, a ser posible, con su agua fresca, su atmósfera, y todas esas cosas que parece que hacen falta para la vida; al menos la que conocemos.


       Los que somos ligeros de cascos y propensos a la fantasía, podemos echar la mente a volar. A sólo un paseo de nosotros, 600 años luz, existe un mundo en "zona habitable"; 2.4 veces el tamaño de la tierra, y girando alrededor de una enana amarilla ligeramente más pequeña que otra enana, también amarilla, que nos calienta la cara cada mañana cuando miramos al cielo soleado. 




       De todas maneras, y no es por fastidiar, estuve hace tiempo en la conferencia de un amigo, que en hora y media hacía valer lo maravilloso que es nuestro mundo, y la ingente cantidad de coincidencias que alentaron el principio de la vida. Vamos, que eso de la zona habitable, no es más que la primera casilla, de un larguísimo juego.


Kepler 16, un planeta y dos soles. ¿ Os recuerda algún planeta  famoso?
  
     La que no se anda con juegos, es la Unión Europea, que prosigue esta semana con su intención de eliminar las fechas de retirada de los alimentos, la famosa "R", santo y seña de algún supermercado. Miles de kilos de alimentos son tirados a la basura antes de su auténtica caducidad, con el único fin de mantener su vistosidad o su aspecto apetitoso. Mientras tanto, y no es demagogia, la carencia alimenticia y hasta la desnutrición crece, al lado de nuestra casa, día a día.





       Nuestras cultura de compra, se basa en demasía en el aspecto visual de producto, despreciando otros elementos organolépticos mucho más importantes. Esta cultura, que no heredamos de nuestros padres, para los que una manzana madura seguía siendo apetitosa, se la estamos transmitiendo a nuestros hijos
       Cuando un biólogo proveniente de K22b aterrice con su nave espacial en el campo del príncipe de Graná,  y nos aplique las famosas letras biológicas, con las que nosotros catalogamos a otras especies en nuestro mundo: ¿qué seremos?.
       - Nos verá como una especie "K" de crecimiento lento, consumo contenido, y que cohabita con otras en entornos maduros. Digna curiosamente de colonizar Kepler 22b.
       - O con nuestra obsesión por Retirar y consumir, seremos catalogados como una especie "R", oportunista, consumidora de recursos, y buscadora incansable de hábitats vírgenes que depredar.


       En cualquier caso, y por si no nos queda dinero para la gasolina del cohete, mejor cuidar nuestra maltrecha tierra, que ir a llenar de yogures caducados el precioso Kepler 22b.


      En ecología siempre: "Piensa en global y actúa en local"